1 Los verbos propiamente reflexivos son aquellos en los cuales el sujeto ejecuta y sufre la acción del verbo.
Yo | me | afeito |
Tú | te | lavas |
Él, ella, usted | se | peina |
Nosotros, nosotras | nos | afeitamos |
Vosotros, vosotras, vos | os | laváis |
Ellos, ellas, ustedes | se | peinan |
En las oraciones reflexivas, el pronombre reflexivo puede hacer función de complemento directo o de complemento indirecto.
Yo me afeito. (C.d. me)
Él se lava los pies. (C.i. se)
2 Las oraciones recíprocas son un tipo de refleja. Hay más de un sujeto que realiza la acción del verbo y que al tiempo la recibe. Las oraciones se construyen solo con sujetos en plural.
Los verbos recíprocos siempre son transitivos: amarse, odiarse, tutearse, ayudarse, pegarse, matarse, conocerse, quererse, cartearse, esperarse, etc.
Manuel y Herminio se pegaron (el uno al otro).
Siempre nos ayudamos (entre nosotros).
El día de San Valentín los enamorados se regalan cosas.
Se puede tener función de complemento directo o indirecto.
Ellos se quieren. (C.d.)
Ellos se dan besos. (C.i.)
Muchas veces la oración recíproca se confunde con la reflexiva.
Ellos se afeitan. (= Cada una se afeita su barba) (Reflexivo)
Ellos se afeitan (uno a otro). (Recíproco)
Para aclarar el sentido de la oración se puede añadir: mutuamente, recíprocamente formal o el uno al otro si la oración es recíproca; pronombre personal + mismo / misma / mismo / mismas si es refleja.
Véase Pronombres reflexivos o reflejos
En algunos casos hay oraciones de sentido recíproco con sujeto en singular.
Yo me tuteo con Tomás. (= Yo lo tuteo a él y él me tutea a mí.)
3 Falsas oraciones reflejas
- El pronombre reflexivo como modificador léxico marca diferencias de significado entre verbos con se y sin él. En ocasiones, el uso de los pronombres reflexivos indica que la acción es perfecta o acabada; por el contrario, las formas sin se indican hábito, costumbre o también invitación a iniciar una acción.
Cómete las espinacas. (= Acábate todas las espinacas de ese plato.)
Come espinacas. (= Cómelas siempre, porque son buenas para tu salud.)
Come espinacas. (= Pruébalas.)
Bébete la leche. (= Acábate ese vaso de leche.)
Bebe leche. (= Bébela siempre, porque necesitas calcio.)
Bebe leche. (= Pruébala.)
Quiero dormirme y no puedo. (= Quiero empezar a dormir.)
Quiero dormir, no me molestes. (= Quiero no estar despierto.)
Augusto vino de Madrid muy cansado. (= Fue de viaje y volvió.)
Augusto se vino de Madrid. (= Cambió su lugar de residencia.)
Yo fumo (tabaco) negro. (= Nunca fumo tabaco rubio.)
Ayer me fumé una cajetilla entera. (= Acabé una cajetilla.)
- Dativo de interés. A veces el pronombre significa implicación afectiva del hablante; se refiere al interés del hablante por una persona u objeto querido, que considera suyo o parte de sí. Se podría eliminar el pronombre átono y la oración seguiría teniendo sentido. Es un signo de la lengua popular y del egocentrismo del que habla.
Se me ha muerto mi madre. (= Se ha muerto mi madre.)
Mi niño no me come. (= Mi hijo no quiere comer.)
- A veces, el pronombre reflexivo indica que la persona o cosa que realiza la acción del verbo es desconocida; en este caso, el sujeto sufre la acción del verbo. Es lo que algunos llaman refleja adventicia o deponente.
El barco se hundió.
Su hijo se mató en un accidente.
El cristal se ha roto.
El bosque se quemó.
- En español hay casos en que el sujeto no realiza la acción del verbo; el sujeto encarga, paga, ordena o dirige la acción.
Me he cortado el pelo. (= He ido a la peluquería, y allí alguien ha cortado el pelo.)
Muchos verbos relacionados con la medicina están en este caso.
Me he vacunado contra la malaria. (= He ido a un hospital y un médico me ha puesto la inyección.)
Me he operado de cataratas. (= Un cirujano me ha operado.)
Muchos de estos verbos parecen reflexivos: cortarse (el pelo), vacunarse, operarse, teñirse (el pelo), tatuarse. Pero no todos: encuadernar (un libro), construir (un palacio), ganar (una batalla), etc.
Pedro el Grande construyó la ciudad de Peterburgo.
He encuadernado los fascículos en una papelería de mi barrio.
- Los verbos pronominales también se construyen con pronombres reflexivos: apoltronarse, arrepentirse, atreverse, atrofiarse, comportarse, desentenderse, desternillarse, desvivirse, dignarse, ensimismarse, extasiarse, jactarse, obstinarse, personarse, portarse, querellarse, rebelarse, suicidarse, vanagloriarse, etc. Se forma parte de la estructura verbal y no realiza una función independiente.
No me arrepiento de lo que dije.
Nos hemos portado muy mal, perdónanos.
No son reflexivos porque nadie puede arrepentirse a sí mismo, ni portarse a sí mismo, etc.
Cuando se trata de en una oración impersonal se usan uno o una .
Se arrepiente una de haber hecho tanto daño a los demás.
Uno no se atreve a arriesgar los ahorros.
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